Dos vistazos indebidos al USCF 3-1 FC Andorra

Dos vistazos indebidos al USCF 3-1 FC Andorra

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Indebiders

Balón de oxígeno para Unionistas y sobre todo para Dani Llácer

Pol Zakour

Partido para valientes el que disputaba el conjunto charro en un Reina Sofía que respondió, pese a los factores que hacían prever una baja afluencia: carnavales, frío extremo, horario deleznable…

Comenzó el encuentro Unionistas de Salamanca ejerciendo una intensa presión sobre la salida de balón del Andorra. Esto dio sus frutos en un saque de banda cercano al banderín, que colocó Eudald, peinó De la Nava y Gorka Santamaría voleó para reencontrarse con un gol necesario para la confianza del delantero vizcaíno.

A partir de ahí, posesión del Andorra pero sin profundidad, acusando una falta de ocasiones y eficacia que le viene penalizando en varias fases de la temporada. Y eso lo aprovechó Unionistas con un gran contragolpe que el propio Gorka centró directamente al pecho de Jonny Arriba, que con la calidad que le caracteriza recortó y batió con la punterita a Nico Ratti.

El partido entró en una fase de letargo en que se veía demasiado cómodo al conjunto de Dani Llácer, que tan solo sufrió en los minutos finales con un remate de Juanda que golpea en Ortuño y engaña a Iván, dejando totalmente solo a Sergio Molina para ponerle picante a los minutos finales.

Sin embargo, Unionistas de Salamanca dejó claro que este partido era suyo y no lo iba a dejar escapar. Tan solo 4 minutos después, un centro desde la izquierda de Pau Martínez derecho hacia la cabeza de Rabadán ponía el tercero y la sentencia en el marcador.

Resultado de 3-1 ante uno de los equipos potentes de la categoría que reafirman la labor de Llácer en el banquillo y dejan a los del Reina Sofía con 36 puntos, a 4 de los puestos de playoff y alejando a 6 las posiciones rojas de la tabla. Próximo partido en casa ante el Amorebieta que se antoja clave para conocer las aspiraciones definitivas de Unionistas de Salamanca.

Intensidad y eficacia

Miguel Ontiyuelo

Victoria muy importante por lo que significa para la trayectoria del equipo, que permite tomar distancia y dejar atrás un incómodo mes de febrero. Sin ser una de sus mejores actuaciones, el se mostró lo suficientemente intenso y enchufado para derrotar a una de las mejores plantillas de la categoría. Los tricolors, llamados a pelear por el ascenso, volvieron a dar esa versión de debilidad defensiva y limitada profundidad que hace que estén encontrando más dificultades de las esperadas esta temporada.

Podríamos decir que el guión del partido siguió por unos cauces previsibles. El Andorra buscaría dirigir el juego y mover al rival para encontrar fisuras en las que encontrar el remate, para lo que tiene grandes argumentos. Mientras tanto, Unionistas tendría que cuidar la presión y sus ajustes en fase defensiva para después, usando su verticalidad y desplazamientos largos, buscar la espalda de los jugadores visitantes y generar ocasiones de gol. Cada contendiente explotando sus cualidades más trabajadas esta temporada.

Dispuesto el contexto y las condiciones, Unionistas fue muy eficaz. Encontró el gol muy pronto, lo que facilitó el plan de juego y permitió ofrecer una primera parte muy seria. Esta vez no hubo que remar contra corriente, menos aún cuando rayando el minuto 23 se materializaba el 2-0 en una deliciosa transición ofensiva. Participaron quizá los jugadores más asociativos del equipo: robo de Gorka Santa María, apoyo en Iñaki González, conducción de Rastrojo, apertura a Carlos de la Nava, que pone un balón medido de nuevo a Gorka, ya dentro del área, y este asiste a Jonny Arriba que controla y remata desde el punto de penalti. De-li-cio-so.

Ya en la segunda parte, el paso de los minutos y el movimiento de los banquillos hizo que los andorranos monopolizaran la iniciativa de juego y llevaran cada vez más peligro al área local, donde los blanquinegros concedían cada vez más metros. De esta manera llegaba el 2-1 y un nerviosismo que por fortuna duró poco. Luismi Redondo la tuvo y pudo cambiar el sino del partido, pero fue Rabadán el que subió el 3-1 al rematar un magistral centro de Pau Martínez, tras una buena presión colectiva que mantuvo el balón en campo contrario. Empuje e intensidad en el momento oportuno.

En mi opinión debe destacarse la buena actuación de varios jugadores: Ramiro, Imanol Baz y Gorka Santamaría demostraron su implicación y compromiso tirando del grupo. Otros como Rastrojo y Eudald Vergés respondieron con una dosis extra de sacrificio. Con la aportación de todos, el equipo de Dani Llácer toma aire y se encara una nueva semana como local con una dosis extra de confianza. Si este partido era el momento de reivindicarse, el próximo tiene que ser el de la confirmación.

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