Unionistas fue mejor que el Celta Fortuna - La opinión indebida del USCF 2-1 Celta Fortuna

Unionistas fue mejor que el Celta Fortuna - La opinión indebida del USCF 2-1 Celta Fortuna

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Miguel Ontiyuelo

Unionistas fue mejor que el Celta Fortuna. Suena extraño porque pocas veces hemos podido afirmarlo, y menos tan rotundamente, pero así fue. Unionistas fue mejor que su tradicional bestia negra, aquel que siempre conseguía llevarse puntos de Salamanca. Unionistas superó en propuesta y ejecución al Celta Fortuna durante la mayor parte de los minutos, y llegado el final, también en el marcador.

No fue un camino fácil porque los blanquinegros no están contando con muchas dosis de suerte. Los golpes y lesiones parecen querer cebarse con los jugadores, las decisiones arbitrales siguen resultando poco equilibradas y algunos errores individuales pudieron costar caros, entre los que se encuentra el gol encajado. Pero también 2 balones al palo pudieron aumentar una renta que siempre pareció escasa para lo demostrado. Quizá lo peor del partido fue eso, lo ajustado del marcador, que abocaba a unos minutos finales tensos y de mucho autocontrol. También fue solvente el equipo en esa faceta.

En general fue un buen desempeño colectivo blanquinegro. El planteamiento del cuerpo técnico de Dani Llácer fue acertado y, entendido y desplegado por sus jugadores, consiguió secar a uno de los equipos que más balón domina y más juego genera cara a la portería contraria. Muy atentos a los repliegues y a interceptar balones, consiguieron elaborar esas rápidas transiciones ofensivas que tanto gustan a la parroquia local, y que nos volvieron a traer a la memoria los primeros compases de la temporada, pero eso sí, desde una mayor solvencia defensiva. Vimos la versión más madura del equipo.

La inicial sorpresa que pudo haber con la alineación de Iván Moreno por el flanco izquierdo y Pau Martínez por el derecho se esfumó cuando se vio que respondía a la detección de oportunidades en el rival. Unionistas explotaba con pases en profundidad, superioridades en banda y centros al área los riesgos que asumían los celestes en su parcela defensiva. Cuando en la segunda parte las fuerzas podían flaquear, Carlos de la Nava sacó el violín y cuajó uno de los mejores partidos que se le recuerdan en Salamanca (y van unos cuantos). Se multiplicaba por el campo y daba aire, tiempo, sensatez e inteligencia a cualquier acción que pasaba por sus pies, amén de la autoría de los dos goles. Impecable. Casi escasa la ovación recibida.

Si esta temporada la opinología ha repetido demasiadas veces aquello de “uno de los peores partidos del equipo”, este debe contar como “uno de los mejores” en difícil disputa con otros como, por ejemplo, el del mes pasado contra el Nàstic. En referencia a otro mantra muchas veces repetido, ahora sí es cuando podemos empezar a hablar de hacer buenos los empates conseguidos fuera. El primero ya se ha hecho y esta segunda vuelta puede darnos muchas alegrías en eso.

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