Mucha Ilusión - La opinión indebida del USCF - Bilbao Athletic

“Como un niño con zapatos nuevos”, frase algo anticuada para los tiempos que corren ahora, pero muy ilustrativa para los que ya peinamos canas (o directamente ya no necesitamos ni peine para peinarnos porque la cabellera brilla por su ausencia), fue el sentir que me produjo el entrar en El Reina Sofía, “La casa del terror” para los rivales, el pasado fin de semana en el estreno liguero de Unionistas de Salamanca en su feudo.

Una grada enfervorizada alentando a los suyos desde el inicio de partido junto a ese sonido de encuentro “gordo Copero” que se esnifaba desde primera hora de la tarde en la atmósfera Unionista, unido al imponente brillo de los nuevos video marcadores y los anuncios led funcionando a dos alturas en la grada, y todo mezclado con el imponente anochecer con las Catedrales de fondo formaban en su conjunto una imagen de día de Reyes Magos para todo el Unionismo que presagiaba que nada podía salir mal.

Y es que de ilusión llevaba Unionistas de Salamanca tirando desde sus inicios y ahora, batiéndose registros de socios, más de 5000, es el momento de creer a tope. Encima salió un partido precioso y divertido para el espectador neutral y de no apto para cardiacos para el local que dejó un regusto de felicidad de los que duran hasta mitad de semana.

Toda expectativa tiene que ser bien gestionado por cada uno de nosotros y, como decía este verano un muy buen amigo en clave Olimpiadas y medallas, en esto, lo de gestionar expectativas, la sociedad en general y la española en particular andamos en suspenso. Pero que cada cual se las gestione como pueda, ahora toca que la confianza siga creciendo y por tanto que esa ilusión con la que entró la gente el pasado sábado al Reina siga a tope.

El equipo es muy divertido en lo propositivo, aunque hay cosas que pulir, pero supongo que todos lo que salieron a oscuras del recinto blanquinegro, -fallo en el suministro eléctrico en la zona- volverán con más ilusión si pueden al Estadio Municipal Reina Sofía, con un brillo en los ojos de pasión y de pasarlo bien de manera exponencial, que de eso se trata.

Sigan disfrutando y sigan viviendo con ilusión.