La Primera Piedra
Primera piedra para el proyecto
Como siempre se dice y, obviamente, es más que necesario, para que un proyecto o una edificación sea sólida hay que comenzar a construirla desde los cimientos. Precisamente eso ha hecho Rubén Andrés con el nuevo Unionistas de Salamanca 2024/2025. Y es que tan solo unos días bastaron desde la marcha de Dani Ponz para confirmar al nuevo director de orquesta. Dani Llácer se presentó en sociedad junto al director deportivo en el día de ayer en una rueda de prensa donde dejó varias pinceladas de lo que quiere del conjunto charro para la próxima temporada.
Nos quedamos con una frase de Rubén Andrés que resume lo extremadamente clara que tenían la decisión de contar con el valenciano como entrenador: “Se nos han ofrecido todos los entrenadores habidos y por haber, y a todos les respondí que ya tenemos entrenador”. Y es que la confianza depositada en las capacidades de Dani Llácer es brutal. Mucha más de la que se podía esperar de un entrenador que aún no se ha puesto a disposición de ningún conjunto como máximo responsable del banquillo, por lo que se antoja clave esa relación de simbiosis perfecta entre entrenador y dirección deportiva para sacar adelante este nuevo proyecto.
“Un enfermo del fútbol”, “está totalmente preparado”. Así responden varias personas cuando son preguntadas por las capacidades de Dani Llácer para afrontar este gran reto que se le presenta. Y es que en las entrevistas a jugadores de la temporada pasada que pudimos ver en otros medios todos estaban de acuerdo en lo mismo: en considerar al técnico valenciano como una persona absolutamente preparada para el cargo. “Miedo ninguno”. Así contestaba Dani Llácer a las preguntas de los medios sobre si le producía una sensación de vértigo el pasar a liderar un proyecto como primer dirigente. Y es que ha aprendido de “grandes entrenadores”: Alessio Lisci, Pau Quesada, Alberto Gallego y Dani Ponz son currantes del mundo del fútbol que han puesto su granito de arena en la formación del nuevo técnico unionista.
Estamos en una época o en un momento del fútbol en que siempre se quiere buscar o hablar de objetivos a largo plazo y muchas preguntas iban dirigidas en esa dirección. Hay una rama de aficionados que defiende que Unionistas de Salamanca debe enfocar sus miras más altas. Sobra decir que el objetivo de los charros será una temporada más la permanencia y lo que surja, como si de una primera cita amorosa se tratara. Es cierto que tres temporadas logrando clasificar como 7ª es un gran resultado, casi cabe considerarlo como hazañoso, pero también creo necesario recordar a transatlánticos que incluso quintuplicaban el presupuesto de partida de Unionistas, caídos en combate hacia la Segunda RFEF, y cuyo objetivo principal (sí, principal) era el playoff de ascenso: Atético Baleares, San Fernando, Sabadell esta misma temporada; Badajoz, Numancia o UD Logroñés el año anterior son claros ejemplos de ello. ¿Quién se atreve a catalogar el objetivo de Unionistas de Salamanca como algo más allá de la salvación (y lo que surja) viendo equipos con grandes presupuestos y masas sociales caer temporada tras temporada? Parece una locura siquiera pensar en ello.
Dani Llácer dejó muy claro en rueda de prensa este asunto: “vamosa salir a ganar todos los partidos”. Obviamente esa debe ser la mira de un entrenador ganador al que se nota la influencia de Dani Ponz en sus palabras. Un Dani Ponz que alababa fuertemente las capacidades de su sucesor en el cargo, considerándole incluso un hijo futbolístico. Las palabras hacia Dani Llácer del ya ex unionista son todo elogios, incluso lo define como un entrenador con unos conocimientos privilegiados, y considera que acabará llegando al fútbol profesional.
Pudimos ya ver en ruedas de prensa y entrevistas anteriores cómo Dani Ponz presentaba a Llácer de esta manera e incluso, de una forma más específica, referirse a él como uno de los grandes responsables del crecimiento de muchos de los jugadores jóvenes mediante charlas personalizadas de tiempo prolongado de duración y proyección de vídeos didácticos. Hemos podido observar dicha evolución sobre el césped y los resultados no hacen más que dar la razón al método: la adaptación de los jugadores a lo que se les pedía desde el banquillo ha sido brutal, y realmente fue una de las claves del éxito.
Resumiendo, y ya como opiniónpersonal y a falta de conocer muchísimos detalles sobre plantilla, renovaciones, amistosos, estilo de juego… creo que no me equivocaría considerando que veremos nuevamente un Unionistas de Salamanca competitivo, intenso, que no da un balón por perdido y con gran margen de crecimiento, apostando por jugadores jóvenes con capacidad de mejora y sacando el mayor rendimiento de una plantilla que aún falta por diseñar. En tema de rendimientos, y por lo que cuentan los que le conocen, Dani Llácer es ya un experto.