Buenos tiempos para la lírica - La firma destacada
Son tiempos de no dejar nada a la improvisación. Son tiempos de contener la respiración. Son tiempos de micro infartos en cada disparo a portería. Son tiempos de revisar la clasificación de forma compulsiva y los partidos venideros durante todos los días de la semana previa al partido en tus páginas deportivas estrella del móvil. Son tiempos de echar números incalculables, de hacer cuentas de la lechera para saber dónde los tuyos van a sacar los puntos en juego y así alcanzar los objetivos finales. Son tiempos de ver como las aficiones se desplazan y preparan viajes elefantinos recorriéndose todo el país de punta a punta para ver al equipo de tú localidad y no dejarles solos en la batalla del fin de semana. Son tiempos de muchos lloros, alegres y tristes. Son tiempos de estar pegados a la información local, hay que informarse de cómo se encuentra el lateral derecho que pudo entrenar el lunes y saber si llegará sano a la contienda del domingo. Son tiempos de no pestañear por no querer perder ni un segundo de lo que sucede en tu equipo. Son tiempos de creer, son tiempos de contagio colectivo. Son tiempos de estar más unidos que nunca. Son tiempos de sorteos a media mañana. Son tiempos de bolitas calientes. Son tiempos preciosos. Son tiempos en el que el tiempo no pasa y todo cuesta un mundo. Son tiempos de engalanarse con los colores de tu equipo. Son tiempos maravillosos. Son tiempos de soñar a lo grande. Son tiempos de analizar a los rivales de grupo de manera minuciosa como si te fuera la vida en ello. Son tiempos de despachos. Son tiempos de mucho olor a fútbol. Son tiempos de ver enlaces de páginas infumables para encontrar por donde ver a los tuyos. Son tiempos de fútbol a deshoras. Son tiempos de manga corta y sombrero de paja en la grada. Son tiempos de retretes portátiles y de bocadillo de chistorra a las 12 de la mañana. Son tiempos de dormir poco en pensiones de nombres originales. Son tiempos de recordar con anhelo ascensos y descensos de tu equipo en tiempos preteriros. Son tiempos de celebrar en fuentes y balcones. Son tiempos de llorar en la grada. Son tiempos de abrazos y gritos con el que tienes al lado. Son tiempos de viajes infinitos robándole sueño a tu vida. Son tiempos de mal comer en carretera. Son tiempos de chupitos a destiempo. Son tiempos de añadido en el precaria pizarra del delegado del equipo contario. Son tiempos de sorteos de jamones algo descuidados de algún listo patrocinador que quiere hacer caja al descanso. Son tiempos de tómbola. Son tiempos de hacer piña en el bar con los amigos. Son tiempos de pintarte la cara con los colores de tú equipo. Son tiempos de mucha pasión por algo que te encanta que es el fútbol. Son tiempos de volver a ser niño. Son tiempos en los que Unionistas se crece y pelea hasta el final por todo. Salga bien ó mal, son tiempos preciosos.