De amores de verano, lanzaderas y despedidas - Apuntes desde la Panelais
De Amores de verano y lanzaderas.
Salida en suspenso de Dani Ponz camino a Elda. Igual es un arrebato de aposteriorismo tras las informaciones del lunes, pero le quise ver un punto de distancia en el saludo al final del partido de Irún. Igual sólo tenía un globo importante por el resultado y el pobre desempeño defensivo.
Esto no ha acabado. El equipo de Elda marcando la actualidad de los charros. Interferencia odiosa. Unionistas de Salamanca también defendiendo lo suyo, que Dios dijo hermanos pero no primos. Pasen por caja y un placer. El unionismo con un oído o un ojo puesto en un Alcorcón - Eldense de Segunda, viendo si se fuman a Estévez. Capítulo 2.
Pero la sensación es que el idilio se acaba.
La meta de todo trabajador del fútbol es llegar a la LFP, a la Primera y Segunda División Españolas. (Me van a perdonar pero yo no uso los naming en competiciones o estadios, odio eterno al fútbol moderno y tal…) Y cuando llega el fútbol profesional todos sabemos que estamos hablando de otra realidad. Otro universo.
Y todo lo dicho y lo vivido no es que no valga, es que no deben pesar en otra dimensión. Ya pasó con Hernán Pérez saliendo al juvenil del Real Madrid, y no veo menos aquí tratándose de un club de Segunda, en el que ya recaló y cerca de casa. Es una oportunidad única como en su día lo fue para el profesor y entrenador modesto venir a Unionistas de Salamanca y a la antesala del fútbol profesional. Y que conectó tanto con el club, que es socio. Decisiva también la proximidad a su casa; el míster siempre fijó en este factor la única nube gris en el paisaje idílico de su estancia aquí cuando se le preguntaba. La distancia inacostumbrada y pesada.
Es un tipo carismático que ha conectado con la grada. La afición le ha arropado y correspondido.
Ha sido un romance. Estas cosas pasan en la vida. Y no por eso no son auténticas. Hay cosas con fecha, sometidas a una realidad mayor. Amores de verano, a distancia, durante los estudios, en estancias laborales. Con fecha u otro tipo de condicionantes, que la vida es compleja. No son menos verdad, ni dejan de marcar y ocupar su lugar en la memoria y los afectos.
Pues eso ha pasado y pasará. Con los menos seguramente, pero con algunos jugadores y técnicos. Sobre todo con una afición entregada e incondicional como la albinegra. Acoge a los profesionales que se ponen su escudo en el pecho como los mejores porque son los suyos. Les anima, sostiene, acompaña corea y aplaude. Y se encariña… Es devota y exagerada, con lo que algunas despedidas cuestan. Pero también es muy agradecida para reconocer trabajo y pasión.
Unionistas es un club modesto. Que da mucho es especie emocional y facilita el trabajo. Un excelente ecosistema donde trabajar cómodo y sacar lo mejor de uno. Pero también es escaparate y lanzadera. Y en el club del Reina, unos se dan a conocer, otros se proyectan, alguno se relanza… Atraen la atención de clubs que mejoran las condiciones económicas, (la mística no lo puede todo o no todo el tiempo), u ofrecen el fútbol profesional. Y es un éxito. Eso es medida de que se hacen las cosas bien en el club. Un activo más para el club.
Alégrense en las despedidas.
