La opinión indebida del Nàstic - Unionistas
ADN Unionistas - Key Galán
Para que el organismo funcione en plenitud y de manera correcta, Unionistas siempre necesita de su garra competitiva y de su gente para ser un equipo grande y pelear ante cualquiera que se ponga por delante El ADN de Unionistas está formado por dos hebras unidas que se enrollan entre sí para parecerse a una escalera retorcida, una forma conocida como doble hélice que combina de manera perfecta con trabajo y afición.
Ese ADN de Unionistas, el descrito, le hace ser imbatible. Su pasión por lo que realiza, su hambre por conquistar metas inalcanzables, su infatigable trabajo a diario, en los entrenamientos y en los partidos, les hace impermeables al desaliento. El triunfo y el sabor de las cosas bien hechas, son el fruto de combinar esos pilares moleculares de los que está hecho el ADN Unionistas.
Y es así y sin otra fórmula magistral aplicable el que hace de este Unionistas de Salamanca algo maravilloso, algo innegociable. El que desde hace 10 años lleva ganando partidos en todos los ámbitos de la vida.
La batalla de Tarragona se ganó desde esas premisas, ganar cada centímetro de terreno de juego, el pelear más que el rival sin desmayo pese a la arrogancia que presentaba el contrario en todo balón dividido. El combate cuerpo a cuerpo con el cuchillo entre los dientes propuesto por el rival que se encarnizaba al paso del cronometro, no era obstáculo para Unionistas.
En definitiva, el creer hasta el final en tus posibilidades de triunfo, el que nadie es mejor que tú y que lo que haces, lo haces bien porque eres un ser vivo hipercompetitivo.
Unionistas fiel a su ADN es insuperable, salta el obstáculo al que se enfrenta y sale con una sonrisa de oreja a oreja tras el trabajo realizado.
El resultado fue óptimo pero el trabajo fue excelente y, ese curro, es el termómetro perfecto de vida. Ser competitivo al 200%, este es el gran triunfo de Unionistas.
Domingo de Pasión - Sr. Fuentes
En mi primera crónica futbolera no hablaré de tácticas ni técnicas. Hablaré sencillamente de UNIONISTAS DE SALAMANCA, así en mayúsculas. Porque este es un equipo mayúsculo en la victoria (como es el caso) pero también en la derrota. Porque a través de los 22 tíos (pronto también tías) que se ponen la camiseta con el escudo del toro sentimos cosas en algunos casos olvidadas, y en otros que no habíamos sentido nunca. Porque si no, díganme ustedes que sentido tiene que unos 50 valientes se presenten en Tarragona, a un partido perdido previamente, o que casi 400 personas decidan pasar su tarde de domingo viendo y oyendo a cuatro señores hablar y dar su opinión sobre lo que pasa en el verde.
Todo esto amig@s lo provoca ese ciclón llamado UNIONISTAS DE SALAMANCA, así, en mayúsculas. Porque unos pocos nos quedamos huérfanos de todo y vimos un oasis en medio del desierto y otros tantos han descubierto (y aprendido) que se puede ser feliz incluso en la derrota. Porque este equipo es así. Nos une a todos y nos deja lecciones inolvidables que también nos valen para nuestro día a día. Cuando os digan que no podéis, que no valéis, que algo es inalcanzable pensar en el partido de ayer (por no irnos mas lejos). Estadio TOP, equipo TOP, jugadores TOP, presupuesto TOP….”¿como vamos a ganar al Nàstic, pensábamos muchos, si son mejores en todo?” pues sabiendo que si, que lo son, pero también que tienen que correr mas y mejor que nosotros. También hay que tener una pizca de suerte y ayer indudablemente la tuvimos.
Ese balón que en otras ocasiones se va por encima del travesaño entró al fondo de la red. El sentimiento colectivo que genera celebrar un gol es inenarrable y no estoy capacitado si quiera para intentarlo pero, celebrar un gol desde la habitación de un niño de 8 años junto con otros 3 amigos y a través de una pantalla de ordenar es sencillamente gloria bendita. ¡Imagínense a esos locos valientes que estaban en el campo!
Y después del partido ¿que? apagas el PC con una mezcla de alegría, orgullo y satisfacción por el trabajo bien hecho. El nuestro desde nuestro puesto de “comentarista” y el del equipo. Cenas pensando en las ocasiones, te lavas los dientes pensando en el siguiente partido y te metes en la cama acordándote de que la semana pasada perdiste pero que no paso nada. Seguimos adelante en nuestro día a día y 7 días después logramos ganar. Es decir, la vida misma. Es decir…UNIONISTAS DE SALAMANCA.